top of page

Capítulo 1 Los inicios del proyecto, el taller NaviDana

  • Alex
  • 14 abr
  • 3 Min. de lectura


La tormenta llegó sin avisar y, con ella, todos nuestros planes dejaron de tener sentido. De repente, lo único importante era el desastre que había a nuestro alrededor. Durante semanas, los adultos lidiaron con la tarea de reconstruir lo que había sido destruído. Pero mientras las manos grandes se volcaron en las tareas más pesadas, había otras más pequeñas que observaban con el deseo de aportar, de hacer algo más que mirar.


En este contexto nació la idea de crear el taller solidario NaviDana, un lugar en el que niños y las niñas pudieran aportar su energía y creatividad para ayudar a las personas afectadas por la DANA. El taller se desarrolló entre el 23 de diciembre  y el 3 de enero, y durante todo ese periodo acogimos de forma gratuita a un grupo de alrededor de 10 niños y niñas que entraron con una gran ilusión por poder aportar algo positivo con sus ideas. 





"nuestro objetivo era proponer las mejores ideas posibles para ayudar a las personas que lo necesitaban"

El taller se centró en explicar a los alumnos y las alumnas cómo realizar un design thinking, una herramienta que suele enseñarse en la educación universitaria para resolver problemas de una forma creativa e innovadora. Este método puede ser aplicado en múltiples contextos para generar soluciones prácticas y efectivas, por ello, consideramos que sería el hilo conductor perfecto para realizar nuestro taller. En concreto, el design thinking está formado por 5 fases: empatizar, definir, idear, prototipar y testear. En el taller NaviDana decidimos enfocarnos en las tres primeras, ya que nuestro objetivo era proponer las mejores ideas posibles para ayudar a las personas que lo necesitaban. 


Por un lado, dedicamos las mañanas a pensar cómo los negocios locales de Benimaclet podían ayudar a las empresas de los pueblos afectados. Con este objetivo, nos pusimos en contacto con diferentes negocios del municipio como tiendas de alimentación, tiendas de ropa, farmacias, bares y restaurantes, tiendas de mascotas o peluquerías. Después de explicarles nuestra idea muchos negocios quisieron participar y nos pusimos manos a la obra.


En primer lugar, los niños y las niñas empatizaron con las personas que habían perdido su negocio durante la catástrofe, buscando información sobre este asunto y definieron los problemas por los que estaban pasando. Después de completar estas dos primeras fases nuestros alumnos y alumnas propusieron un montón de ideas geniales.


  • Envíar cestas de comida saludable a las familias afectadas con la ayuda de las tiendas de alimentación y los negocios de restauración. 


  • Organizar una feria con los productos de las empresas de Benimaclet para poder recaudar fondos.


  • Regalar mascotas a las personas afectadas que necesitaban compañía.


  • Enviar secadores, lavacabezas y otros productos  para que las peluquerías de los pueblos afectados pudieran abrir cuanto antes. 



Estas, entre otras muchas ideas, fueron las que le trasladamos a las empresas locales que decidieron participar en nuestro proyecto solidario. Una gran muestra de creatividad y entusiasmo que fue trasladado a todos aquellos negocios que quisieron ayudar. 




"Los niños y las niñas decidieron que la mejor idea era crear un parque en uno de los pueblos afectados."

Por otro lado, dedicamos las tardes del taller a crear un gran proyecto destinado a ayudar a las familias afectadas por la DANA.


Primero, empatizamos con la situación que atravesaban estas familias a través del juego de mesa Dixit. Con él, los alumnas y alumnas pudieron interpretar distintos sentimientos que relacionaron con los que estaban sintiendo las personas afectadas. 


En segundo lugar, para decidir cuál podría ser la idea idónea para nuestro proyecto empezamos definiendo cuál era el problema al que nos enfrentábamos. Rápidamente nuestros alumnos y alumnas detectaron diferentes situaciones adversas:  


- Destrucción de negocios  y viviendas

- Problemas de salud derivados de la catástrofe

- Pérdidas de cosechas y campos de cultivo

- Obstrucción en las carreteras

- Personas que han sufrido y necesitan ser escuchadas 


Tras identificar todas estas cuestiones pasamos a la fase de idear cuál podría ser el proyecto que podríamos llevar a cabo. Finalmente, los niños y las niñas decidieron que la mejor idea era crear un parque en uno de los pueblos afectados. Un parque que se convertiría en un lugar de respiro y encuentro para las familias, un lugar de recuerdo donde mantener encendida la llama de la solidaridad. Lo llamaron El Parque de los Héroes. 


Comments


bottom of page